“… desde joven se mostró intrépido y audaz defensor de Cristo: no dudó en gastar todas sus energías por él con el fin de difundir por todas partes su luz; no aceptó ceder a componendas cuando se trataba de proclamar y defender su Verdad; no se cansó nunca de difundir su amor. Desde el inicio de su pontificado hasta el 2 de abril de 2005, no tuvo miedo de proclamar, a todos y siempre, que sólo Jesús es el Salvador y el verdadero Liberador del hombre y de todo el hombre”.
Benedicto XVI, Homilía, Basílica de San Pedro, 2 de abril de 2009
Volver a “Juan Pablo II según Benedicto XVI”
Pingback: Juan Pablo II, en el recuerdo de su amigo Joseph Ratzinger-Benedicto XVI « B16 – links