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Vatileaks o la desinformación masiva sobre Benedicto XVI y el Vaticano

Marc Argemí//B16Links

Los fabricantes de desinformación, que existen, saben que hay algo mucho mejor que conseguir que la gente crea las intoxicaciones informativas que ellos inventan con medias verdades: es conseguir que la audiencia acepte como buena la interpretación de la situación que se deduce de esos datos. Y estos desinformadores, que existen y actúan, saben que hay dos armas para instrumentalizar los medios en beneficio propio: los rumores y las filtraciones. El caso conocido como Vatileaks, o la filtración masiva de documentos confidenciales del Vaticano, es paradigmático de las dos cosas.

Los hechos

25 de enero de 2012: una emisión del programa Gli Intocabili, hace pública una carta fechada el 7 de julio de 2011, escrita por el entonces secretario general del Gobierno del Estado del Vaticano, Carlo Maria Viganò y dirigida a Benedicto XVI, en la que se denunciaban ciertas corruptelas en la gestión económica de la Santa Sede: aquí la media verdad. Su nombramiento como nuncio en los Estados Unidos cabría interpretarlo como un castigo por haber intentado hacer limpieza: aquí la desinformación completa.

El programa del periodista Gianluigi Nuzzi no dice, por ejemplo, que los hechos denunciados en las cartas de Viganò sí fueron objeto de una investigación interna, como apuntaba en su día el vaticanista Andrea Tornielli. El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, emitió un comunicado en el que además de defender la honorabilidad de Viganò, criticaba el tratamiento mediático “parcial y banal, exaltando evidentemente los aspectos negativos, con el fácil resultado de presentar las estructuras del gobierno de la Iglesia no tanto como afectadas por la fragilidad humana –lo cual sería fácilmente comprensible-, sino como caracterizadas en profundidad por pendencias, divisiones y luchas de intereses”. El 4 de febrero salía al paso de las acusaciones la misma presidencia del Gobierno del Estado del Vaticano, para rebatir como carente de fundamento la impresión que daban las cartas. La cuestión sería aún un poco más articulada, a juzgar por otro vaticanista bien informado, Sandro Magister, quien sugiere motivaciones relacionadas con las expectativas profesionales de Viganò.

El 8 de febrero, el mismo programa de televisión cargaba contra la gestión del Instituto de Obras de Religión (IOR), conocido popularmente como el banco del Vaticano, tomando como base otro documento confidencial filtrado clandestinamente. Acusaciones que fueron rebatidas al día siguiente.

El 14 de febrero, Lombardi recomendó “calma y sangre fría y recurso abundante a la razón” en un largo comunicado, después de que se filtrara una alocada teoría sobre un complot para acabar con la vida del Papa, que publicó Il Fatto Quotidiano.

El 25 de abril se comunicaba la creación de una comisión de investigación para esclarecer el origen de las filtraciones, formada por tres cardenales: Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore de Giorgi.

El gran estallido ha sido la aparición del libro Sua Santità, con decenas y decenas de documentos privados, facilitados por algunos topos dentro del Vaticano a Nuzzi. El libro coincide en el tiempo con la detención de un presunto topo, el 23 de mayo: Paolo Gabriele, mayordomo de Su Santidad.

Hasta aquí los hechos.

El nuevo libro ha desconcertado por lo que supone, más que por lo que dice. Hay revelaciones que dejan en mala posición algunas personas, como el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, o el cardenal de Milán Angelo Scola, o incluso el veterano periodista italiano Bruno Vespa. Pero más preocupante resulta la impresión que se transmite: que un número tan elevado de documentos pueda ser filtrado implica la deslealtad de personas depositarias de gran confianza, y la falta de pericia o la complicidad de personas en cargos de responsabilidad, por no hablar de los objetivos de que éstas actividades buscarían.

Las interpretaciones

A partir de aquí surge una sucesión de interpretaciones interesadas, noticias improvisadas, rumores que parecen más la proyección de deseos que historias con cierto fundamento, la mayoría de los cuales sirven para constatar que la operación de desinformación provocada por los filtradores de documentos ha logrado su objetivo: instalar en la mente de la audiencia la percepción del Vaticano como un lugar de intrigas por el poder, de hipocresía, de corrupción y en flagrante incoherencia respecto al mensaje cristiano.

Las tesis se abonan sin datos contrastados, pero adquieren notoriedad por el aliento que le prestan algunas voces siempre dispuestas a tales oficios, como Hans Küng, y por la habilidad con la que los mismos filtradores de documentos conceden declaraciones explosivas a los medios, como las publicadas en La Repubblica, utilizando la misma forma clandestina y anónima de los rumores. En general, las acusaciones señalarían un culpable, el actual secretario de Estado, Bertone. Las declaraciones anónimas de los cuervos, como se denomina a los filtradores, aseguran que estarían haciendo este trabajo para ayudar al Papa en una supuesta lucha contra personas de su entorno.

Pero muchas de las hipótesis publicadas por los principales medios son difícilmente sostenibles y aún quedan muchos ángulos oscuros por esclarecer en el caso. No parece plausible, por ejemplo, que los filtradores quieran ayudar al Papa: es obvio a los ojos de cualquier observador que al Papa le perjudica enormemente el desprestigio que supone todo. Tampoco se ve cómo querrían cargarse a Bertone cuando saben, porque trabajan en el Vaticano, que este tipo de ataques públicos pueden provocar, como reacción, que el afectado sea confirmado en el cargo (como ha ocurrido). Ni, menos aún, se ve que miembros de la carrera diplomática puedan arriesgar su posición de esta manera en lugar de esperar, pacientemente, al ya próximo recambio de un cardenal que tiene la jubilación a la vuelta de la esquina.

Hay hipótesis, por confirmar, que guardan más verosimilitud. Si algunas circunstancias podría manifestar esta historia, a juzgar por algunas fuentes, serían 1) la falta de categoría moral y profesional de ciertas personas que trabajan dentro del Vaticano y descuidan las normas deontológicas más elementales cuando filtran documentos, 2) una consiguiente falta de seriedad en los procesos de selección de personal en el Vaticano, 3) el áurea mítica y mistérica que continúa despertando el Vaticano en ambientes que no cuentan con la perspectiva de la fe para interpretarlo; 4) la falta de una estrategia de comunicación al uso para recuperar la iniciativa informativa, 5) la existencia, como en toda institución participada por personas, de fragilidades, 6) cierta sensación de descontrol de la información y 7) la facilidad con la que la esfera mediática cae seducida por una manipulación tan evidente como es la filtración parcial e interesada de material reservado.

En todo caso, son sólo hipótesis. Está por resolver quién está detrás de una operación de desprestigio de dimensiones tan grandes. Parece que el objetivo no es Bertone, sino Benedicto XVI: se toma como pretexto la gestión humana del estado del Vaticano para minar la credibilidad de un mensaje espiritual que se está demostrando un desafío para demasiados intereses, internos y externos ¿Habrá que recordar de nuevo que esta polémica se enmarca en una cadena de ataques a la reputación de un papa que parecía de transición, pero que mantiene la cabeza muy clara y que habla también muy claro, planteando una alternativa al indiferentismo en el que la cultura occidental parece haber caído?.

Benedicto XVI es quien más ha hecho contra la pederastia en la Iglesia, y se le llegó a denunciar como encubridor. La polémica, agria y agresiva, fue liderada por New York Times y llenó páginas y páginas durante meses en todo el mundo, pero prácticamente ningún medio de los que participó en el pim-pam-pum recogió la noticia, el pasado mes de febrero, sobre la decisión del abogado acusador de retirar la denuncia contra el pontífice. Benedicto XVI es quien más ha hecho para mejorar el funcionamiento económico del Vaticano, con cuatro nuevas leyes, y esta polémica parece querer sembrar dudas.

Se acerca el año de la fe, y un sínodo para la nueva evangelización. El Vatileaks podría servir de cortina de humo, de pantalla de ruido que ciertos fabricantes de desinformación desean para construir un muro de descrédito en torno a este Papa. Porque, lo más importante de todo, Benedicto XVI es quien más está haciendo por la renovación cultural de un decadente mundo occidental. Y hay quien le tiene miedo.

Seguiremos informando.

ACTUALIZACIÓN 5/6/12

RAI TG1: Scandalo Vaticano. Bertone: “Attacchi mirati e organizzati, il Papa non si lascia intimorire”

ACTUALIZACIÓN 4/6/12

Vatican Information Service: declaraciones del Papa

ACTUALIZACIONES 31/5/12:

Vatican Information Service: P. Lombardi “existe una línea de voluntad de verdad, de claridad, de voluntad de transparencia que, aunque necesita tiempo, avanza”

Rome Reports: Quién es quién en el caso (vídeo)

TV3. Entrevista a Gian Maria Vian (Osservatore Romano). A partir de 1:05:05 del vídeo

Andrea Tornielli: Gli effetti non voluti dei vatileaks

ACTUALIZACIONES 30/5/12

Vatican Information Service: EL PAPA HABLA SOBRE EL CASO TRAS LA AUDIENCIA DE LOS MIÉRCOLES (vídeo)

Vatican Information Service: ENTREVISTA A MONS. BECCIU EN OSSERVATORE ROMANO

Vatileaks o la desinformació massiva sobre Benet XVI i el Vaticà

Marc Argemí//B16Links

Els fabricants de desinformació, que existeixen, saben que hi ha una cosa encara millor que la gent cregui les intoxicacions informatives que inventen amb mitges veritats: aconseguir que l’audiència accepti com a bona la interpretació de la situació que se’n dedueix. I aquests desinformadors, que existeixen i actuen, saben que hi ha dues armes per instrumentalitzar els mitjans en benefici propi: els rumors i les filtracions. El cas conegut com Vatileaks, o la filtració massiva de documents confidencials del Vaticà, és paradigmàtic de les dues coses.

Els fets

25 de gener de 2012: una emissió del programa Gli Intocabili, fa pública una carta datada el 7 de juliol de 2011, escrita per l’aleshores secretari general del Govern de l’Estat del Vaticà, Carlo Maria Viganò i dirigida a Benet XVI, en la qual es denunciaven certes corrupteles en la gestió econòmica de la Santa Seu: aquí la mitja veritat. El seu nomenament com a nunci als Estats Units caldria interpretar-ho com un càstig per haver intentat fer neteja: aquí la desinformació completa.

El programa del periodista Gianluigi Nuzzi no diu, per exemple, que els fets denunciats en les cartes de Viganò sí van ser objecte d’una investigació interna, com apuntava en el seu dia el vaticanista Andrea Tornielli. El director de l’Oficina de Premsa de la Santa Seu, P. Federico Lombardi va emetre un comunicat on a més de defensar la honorabilitat de Viganò, criticava el tractament mediàtic “parcial i banal, exaltant evidentment els aspectes negatius, amb el fàcil resultat de presentar les estructures del govern de l’Església no tant com afectades per la fragilitat humana -cosa que seria fàcilment comprensible-, sinó com caracteritzades en profunditat per batusses, divisions i lluites d’interessos”. El 4 de febrer sortia al pas de les acusacions la mateixa presidència del Govern de l’Estat del Vaticà, per rebatre com mancada de fonament la impressió que donaven les cartes. La qüestió seria encara una mica més articulada, a jutjar d’un altre vaticanista ben informat, Sandro Magister, que suggereix motivacions relacionades amb les expectatives professionals de Viganò.

El 8 de febrer, el mateix programa de televisió carregava contra la gestió de l’Institut d’Obres de Religió (IOR), conegut popularment com el banc del Vaticà, prenent com a base un altre document confidencial filtrat clandestinament. Acusacions que van ser rebatudes l’endemà.

El 14 de febrer, Lombardi va recomanar “calma i sang freda i recurs abundant a la raó” en un llarg comunicat, després que es filtrés una eixelebrada teoria sobre un complot per acabar amb la vida del Papa, que va publicar Il Fatto Quotidiano.

El 25 d’abril es comunicava la creació d’una comissió d’investigació per esclarir l’origen de les filtracions, formada per tres cardenals: Julián Herranz, Jozef Tomko i Salvatore de Giorgi.

El gran espetec ha estat l’aparició del llibre Sua Santità, amb desenes i desenes de documents privats, facilitats per alguns talps dintre del Vaticà a Nuzzi. El llibre coincideix en el temps amb la detenció d’un presumpte talp, el 23 de maig: Paolo Gabriele, majordom de sa Santedat.

Fins aquí les dades.

El nou llibre ha desconcertat pel que suposa, més que pel que diu. Hi ha revelacions que deixen en mala posició algunes persones, com ara el cardenal secretari d’Estat, Tarcisio Bertone, o el cardenal de Milà Angelo Scola, o fins i tot el veterà periodista italià Bruno Vespa. Però més preocupant resulta la impressió que es transmet: que un nombre tant gran de documents pugui ser filtrat implica la deslleialtat de persones dipositàries de gran confiança, i la manca de perícia o la complicitat de persones en càrrecs de responsabilitat, per no parlar de les finalitats que aquestes activitats buscarien.

Les interpretacions

A partir d’aquí esclata una successió d’interpretacions interessades, notícies improvisades, rumors que semblen més projecció de desitjos que històries amb cert fonament, la majoria de les quals serveixen per constatar que l’operació de desinformació provocada pels filtradors de documents ha aconseguit l’èxit: instal·lar en la ment de l’audiència la percepció del Vaticà com un lloc d’intrigues pel poder, d’hipocresia, de corrupció i en flagrant incoherència respecte el missatge cristià.

Les tesis s’abonen sense dades contrastades, però adquireixen notorietat per l’alè que li presten algunes veus sempre disposades a tals oficis, com Hans Küng, i per l’habilitat amb la qual els mateixos filtradors de documents concedeixen declaracions explosives als mitjans, com les publicades a La Repubblica, utilitzant la mateixa forma clandestina i anònima dels rumors. En general, les acusacions assenyalarien un culpable, l’actual secretari d’Estat, Bertone. Les declaracions anònimes dels corbs, com s’anomena els filtradors, diuen que estarien fent aquesta feina per ajudar al Papa en una suposada lluita contra el seu segon.

Però moltes de les hipòtesis són difícilment sostenibles i encara queden molts angles obscurs per esclarir. No sembla plausible, per exemple, que els filtradors vulguin ajudar el Papa: és obvi als ulls de qualsevol observador que al Papa li perjudica enormement el desprestigi que suposa tot plegat. Tampoc es veu com voldrien carregar-se a Bertone quan saben, perquè treballen al Vaticà, que aquesta mena d’atacs públics poden provocar, com a reacció, que l’afectat sigui confirmat en el càrrec (com ha succeït). Ni, encara menys, que membres de la carrera diplomàtica arrisquessin la seva posició d’aquesta manera enlloc d’esperar, pacientment, al ja proper recanvi d’un cardenal que té la jubilació a tocar.

Hi ha hipòtesis, per confirmar, que guarden més versemblança. Si algunes circumstàncies podria palesar aquesta història, a jutjar per algunes fonts, serien 1) la manca de categoria moral i professional de certes persones que treballen dintre del Vaticà i descuiden les normes deontològiques més elementals en filtrar documents; 2) una consegüent manca de serietat en els processos de selecció de personal en el Vaticà; 3) la flaira mítica i mistèrica que continua despertant el Vaticà en ambients que no compten amb la perspectiva de la fe per interpretar-lo; 4) la manca d’una estratègia de comunicació a l’ús per recuperar la iniciativa informativa; 5) l’existència, com a tota institució on hi participen persones, de fragilitats, 6) certa sensació de descontrol de la informació i 7) la facilitat amb la qual l’esfera mediàtica cau seduïda per una manipulació tant evident com és la filtració parcial i interessada de material reservat.

En tot cas, són només hipòtesis. Està per resoldre qui hi ha darrera d’una operació de desprestigi de dimensions tan grans. Sembla que l’objectiu no és Bertone, sinó Benet XVI: es pren com a pretext la gestió humana de l’estat del Vaticà per minar la credibilitat d’un missatge espiritual que s’està demostrant un desafiament per a massa interessos, interns i externs. ¿Caldrà recordar de nou que aquesta polèmica s’emmarca en una cadena d’atacs a la reputació d’un papa que semblava de transició, però que manté el cap molt clar i que parla també molt clar, plantejant una alternativa a l’indiferentisme en el qual la cultura occidental sembla haver caigut?.

Benet XVI és qui més ha fet contra la pederàstia a l’Església, i se’l va arribar a denunciar com encobridor. La polèmica, agria i agressiva, va ser liderada per New York Times i va omplir pàgines i pàgines durant mesos arreu del món, però pràcticament cap mitjà dels que va participar en el pim-pam-pum va recollir la notícia, el passat mes de febrer, sobre la decisió de l’advocat acusador de retirar la denúncia contra el pontífex. Benet XVI és qui més ha fet per millorar el funcionament econòmic de l’Estat del Vaticà, amb quatre noves lleis, i aquesta polèmica sembla voler sembrar-hi dubtes.

S’acosta l’any de la fe, i un sínode per a la nova evangelització. El Vatileaks podria servir de cortina de fum, de pantalla de soroll que certs fabricants de desinformació desitgen per bastir un mur de descrèdit entorn d’aquest Papa. Perquè, el més important de tot, Benet XVI és qui més està fent per la renovació cultural d’un decadent món occidental. I hi ha qui li té por.

Seguirem actualitzant la informació.

ACTUALITZACIÓ 5/6/12

RAI TG1: Scandalo Vaticano. Bertone: “Attacchi mirati e organizzati, il Papa non si lascia intimorire”

ACTUALITZACIÓ 4/6/12

Vatican Information Service: declaracions del Papa

ACTUALITZACIONS 31/5/12:

Vatican Information Service: P. Lombardi “existeix una línia de voluntat de veritat, de claredat, de voluntat de transparència que, encara que necessita temps, avança”

Rome Reports: Qui és qui en el cas (vídeo)

TV3. Entrevista a Gian Maria Vian (Osservatore Romano). A partir de 1:05:05 del vídeo

Andrea Tornielli: Gli effetti non voluti dei vatileaks

ACTUALITZACIONS 30/5/12

Vatican Information Service: EL PAPA PARLA SOBRE EL CAS EN L’AUDIÈNCIA DELS DIMECRES (vídeo)

Vatican Information Service: ENTREVISTA A MONS. BECCIU A L’OSSERVATORE ROMANO