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El Papa pide perdón… otra vez, como en julio de 2008 (en 1.001 palabras)

El semanario Time publicó el 7 de junio de 2010 el reportaje Why being Pope Means Never Having to Say You’re Sorry, que ponía en cuestión la capacidad de Benedicto XVI de pedir perdón por los casos de abusos sexuales que han aparecido a la luz pública en los últimos meses.

El viernes 11 de junio, en la clausura del Año Sacerdotal, Benedicto XVI ha afirmado: “Era de esperar que al «enemigo» no le gustara que el sacerdocio brillara de nuevo; él hubiera preferido verlo desaparecer, para que al fin Dios fuera arrojado del mundo. Y así ha ocurrido que, precisamente en este año de alegría por el sacramento del sacerdocio, han salido a la luz los pecados de los sacerdotes, sobre todo el abuso a los pequeños, en el cual el sacerdocio, que lleva a cabo la solicitud de Dios por el bien del hombre, se convierte en lo contrario. También nosotros pedimos perdón insistentemente a Dios y a las personas afectadas, mientras prometemos que queremos hacer todo lo posible para que semejante abuso no vuelva a suceder jamás; que en la admisión al ministerio sacerdotal y en la formación que prepara al mismo haremos todo lo posible para examinar la autenticidad de la vocación; y que queremos acompañar aún más a los sacerdotes en su camino, para que el Señor los proteja y los custodie en las situaciones dolorosas y en los peligros de la vida”.

Algunos observadores han visto aquí la respuesta a esta exigencia de arrepentimiento: Benedicto XVI pide ‘perdón’ por primera vez por el escándalo de abusos sexuales a menores (El Mundo). Público: “Benedicto XVI pide al fin perdón a las víctimas de abusos sexuales”.

¿Es realmente la primera vez que Benedicto XVI pide perdón? El País, de hecho, destacaba como novedoso el énfasis de la petición: El Papa pide “insistentemente perdón” a Dios y a las víctimas de los abusos. New York Times, periódico que lanzó las primeras informaciones, titulaba Pope Pleads for Forgiveness Over Abuse Scandal, añadiendo el matiz de que “It was the first time that Pope Benedict XVI had commented on the scandal from St. Peter’s Basilica”.

Tal matiz tiene su razón de ser. De hecho, no todos los medios han considerado las palabras del Papa como la primera petición de perdón. Así, por ejemplo, La Vanguardia recogía en su web el texto de EFE, que valoraba el carácter público de esta petición. El ABC ni siquiera hablaba de pedir perdón, y encabezaba la noticia explicando que “Benedicto XVI prometió hacer todo lo posible para que los abusos sexuales no vuelvan a suceder jamás” y que “lanzó también un serio aviso a los obispos encubridores o cobardes: No es amor tolerar comportamientos indignos de la vida sacerdotal”.

Como algún blog periodístico ya ha señalado, lo cierto es efectivamente no es la primera vez que el Papa pide perdón y expresa su cercanía a las víctimas.

En la carta a los católicos de Irlanda (19/3/10), afirmó estar “profundamente consternado”, compartir con las víctimas “la desazón y el sentimiento de traición” y sentir “abiertamente la vergüenza y el remordimiento”. Pope Benedict tells victims “I am truly sorry”, resumía un periodista de la BBC. ‘I am truly sorry’: Pope Benedict apologises for decades of child abuse in Irish Catholic Church, afirmaba Daily Mail. Al-Jazeera: Pope ‘truly sorry’ over Irish abuse. En la misma línea Belfast Telegraph, entre otros. La expresión inglesa I’m truly sorry fue traducida al castellano como me apesadumbra en verdad, que no recoge con la misma exactitud el acto de pedir perdón. Aún así, algunos medios en español interpretaron las palabras en el mismo sentido que los ingleses. El Mundo refería en su web el día 22, citando a EFE, y el día 24, citando a Reuters, que en la carta el Papa “pidió perdón a las víctimas de los curas pederastas”. Igual otros como ABC, TVE o La Tercera de Chile.

Pero la demostración más clara de que Benedicto XVI pedía perdón a las víctimas ya pudo comprobarse un lejano 12 de julio de 2008, durante el trayecto en avión hacia Australia. A la pregunta: “¿hablará de la cuestión de los abusos sexuales y pedirá perdón?respondió un rotundo “”, y luego el Papa explicó sus razones concluyendo con el significado que, a su entender, tiene la expresión pedir perdón: “haremos todo lo posible para dejar claro cuál es la enseñanza de la Iglesia y para ayudar en la educación, en la preparación de los sacerdotes, en la formación permanente; haremos todo lo posible para curar y reconciliar a las víctimas. Creo que este es el contenido fundamental de la expresión “pedir perdón”. Creo que es mejor y más importante dar el contenido de la fórmula y creo que el contenido debe explicar en qué ha fallado nuestro comportamiento, qué debemos hacer en este momento, cómo podemos prevenir y cómo podemos todos sanar y reconciliar”. ¿Qué ha hecho sino, Benedicto XVI, desde entonces?

Era el sábado 12 de julio de 2008. Por un mes y un día, casi dos años antes de la supuesta primera petición de perdón del día 11 de junio de 2010.

Ya en 2006, refiriéndose a Irlanda había insistido en la necesidad de “sanar a las víctimas y a todos los afectados por esos crímenes enormes”. En Australia, durante el mencionado viaje de 2008, dijo: “Estoy muy apenado por el dolor y el sufrimiento que han padecido las víctimas, y les aseguro que, como su pastor, también comparto su sufrimiento. Estos delitos, que constituyen una grave traición a la confianza, deben ser condenados de modo inequívoco. Han provocado gran dolor y han dañado el testimonio de la Iglesia. Os pido a todos que apoyéis y ayudéis a vuestros obispos, y que colaboréis con ellos en combatir este mal. Las víctimas deben recibir compasión y asistencia, y los responsables de estos males deben ser llevados ante la justicia”. Como había hecho ya poco tiempo antes en Estados Unidos, Benedicto XVI compartió las penas de un grupo de víctimas.

Marc Argemí

https://bxvi.wordpress.com

La crisis de la pederastia en la Iglesia en 1.001 palabras

Los cargos

 

New York Times (NYT) publica (12/3/10) que en 1980 la archidiócesis de Múnich y Freising, siendo Joseph Ratzinger obispo, acogió y finalmente reincorporó a un sacerdote acusado de abusar sexualmente de niños. El cura perpetró más tarde nuevos abusos y fue procesado. Como se ha demostrado después, quien tomó la decisión de readmisión no fue Ratzinger sino el vicario general: la reasignación tuvo lugar en septiembre de 1982, cuando Ratzinger ya estaba en Roma .

Por las mismas fechas (5/03/10) se intenta implicar al hermano de Ratzinger, pero la acusación no se sostiene.

La respuesta de Benedicto XVI

Benedicto XVI (19/03/10) escribe una carta a los católicos de Irlanda [inglés, castellano] sobre los abusos a niños y jóvenes por parte de clérigos, destapados por los informes Murphy (julio 2009) y Ryan (mayo 2009). Irlanda es el segundo país tras Estados Unidos donde se investiga a fondo.

En la misiva, Benedicto XVI apunta 8 causas de este desastre: 1) inadecuada respuesta a la secularización, 2) descuido de prácticas sacramentales y devocionales (confesión frecuente, oración diaria y retiros anuales), 3) tendencia a adoptar formas de pensamiento y juicio sin referencia suficiente al Evangelio; 4) tendencia a evitar enfoques penales de las situaciones canónicamente irregulares; 5) procedimientos inadecuados para determinar la idoneidad de los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa; 6) insuficiente formación humana, moral, intelectual y espiritual en los seminarios y noviciados; 7) tendencia social a favorecer el clero y otras figuras de autoridad y 8 ) preocupación fuera de lugar por el buen nombre de la Iglesia y para evitar escándalos.

A las víctimas dice: “Habéis sufrido inmensamente y eso me apesadumbra en verdad. Sé que nada puede borrar el mal que habéis soportado. (…)  Es comprensible que os resulte difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia. En su nombre, expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que sentimos todos. Al mismo tiempo, os pido que no perdáis la esperanza”. A los sacerdotes y religiosos que han abusado de niños: “Debéis responder de ello ante Dios todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos”. A los obispos: “No se puede negar que algunos de vosotros y de vuestros predecesores habéis fallado, a veces gravemente, a la hora de aplicar las normas, codificadas desde hace largo tiempo, del derecho canónico sobre los delitos de abusos de niños. Se han cometido graves errores en la respuesta a las acusaciones”.

Benedicto XVI propone cinco medidas: 1) un año de penitencia, 2) redescubrir el sacramento de la Reconciliación (la confesión), 3) fomentar la adoración eucarística; 4) una Visita Apostólica (una inspección) en algunas diócesis, seminarios y congregaciones religiosas; 5) una misión para todos los obispos, sacerdotes y religiosos. En otras palabras: hacer limpieza.

Más cargos aún

El 24/03/10, NYT apunta directamente a Benedicto XVI como responsable de un caso, cuando era todavía cardenal: el de Lawrence Murphy, que abusó de niños sordos en los 70 en Milwaukee y no fue condenado ni por la justicia ordinaria ni por el arzobispado. Como se ha visto después, la falta de diligencia en el castigo del malhechor fue culpa del propio arzobispado local: el caso no llegó al Vaticano hasta los 90. El sesgo de la noticia periodística puede explicarse por errores de traducción y porque el artículo bebe de dos fuentes: los abogados que han denunciado al Arzobispado (uno de ellos, Jeffrey Anderson, tiene litigio abierto contra la Santa Sede) y el arzobispo retirado de Milwaukee Rembert Weakland, en activo cuando sucedió todo.

El 2/2/10 Associated Press lanzó otra acusación contra Benedicto XVI, cuya pruebas se demostraron falsas. El 9/4/10 volvió a la carga NYT con más acusaciones, con igual suerte.

En resumen, las acusaciones contra la Iglesia son tres: 1) algunos sacerdotes católicos abusaron de niños, 2) muchos obispos lo ocultaron, y 3) Benedicto XVI es personalmente responsable. Con datos en la mano, el n. 1 es lamentablemente cierto en una ínfima minoría del colectivo; n. 2 se afirma en determinados prelados y n. 3 es rotundamente falso.

Las consecuencias

Algunos piden juzgar al Papa por encubrimiento, y aprovechan para suspender al catolicismo en su conjunto. Otros de funesto recuerdo ya habían intentado, tiempo atrás usar los delitos de unos pocos para desacreditar a toda la institución. Algunos abogados intentan sacar provecho. No han faltado voces amigas del Papa desde el judaísmo, desde el agnosticismo y, en general, desde ambientes intelectuales.

El Vaticano ha puesto sobre la mesa la información que tiene. Tal ejercicio de transparencia ha llegado al extremo de que el fiscal del Vaticano hable sobre los casos de abusos en una documentada entrevista. La Santa Sede ha publicado los reglamentos por los cuales se juzgan estos casos y abundante documentación.

Dentro de la Iglesia, ha habido partidarios de la ruptura y partidarios de la renovación. Ruptura: 1) algunas voces reclaman una revisión del celibato y de la moral católica, aunque expertos y opinadores incluso no católicos han denunciado con datos la inexistencia de tal vinculación causa-efecto. 2) exponentes antirromanos de cierta edad han reclamado la dimisión del Papa o una reforma.

Renovación: muchos han aplaudido el posicionamiento de Benedicto XVI de tolerancia cero, petición de perdón y penitencia y conversión. Muchos católicos han salido de la perplejidad buscando la verdad de los hechos. La operación limpieza iniciada años atrás ha retomado impulso: desde la carta a Irlanda han dimitido dos obispos irlandeses, un americano, un alemán, un noruego y un belga. El liderazgo interno de Benedicto XVI es mayor ahora: se percibe Benedicto XVI como parte de la solución, y no parte del problema.

Además de la Iglesia, pocos han priorizado la protección de las víctimas y las medidas para acabar con la pederastia. Es una lástima, tanto más cuando se constata que es un problema transversal: afecta más gravemente a muchos otros colectivos sociales. Países como Alemania, ya lo afrontan globalmente. Algunos articulistas han apuntado a la culpa que en la extensión del fenómeno haya podido tener la revolución sexual de los sesenta y su simpatía declarada hacia la pedofilia.

Marc Argemí

http://twitter.com/marcargemi