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Benedicto XVI en el Líbano: 20 palabras clave

El Papa Benedicto XVI ha visitado el Líbano entre el 14 y el 16 de septiembre de 2012. Los textos oficiales de todas las intervenciones públicas las podéis encontrar en este enlace. En este vídeo de 2.21 minutos hay un resumen de las principales ideas del documento Ecclesia in Medio Oriente.

Aquí se ofrece una selección de fragmentos destacados, ordenados por palabras clave.

Amor

“Sed portadores del amor de Cristo. ¿Cómo? Volviendo sin reservas a Dios, su Padre, que es la medida de lo justo, lo verdadero y lo bueno. Meditad la Palabra de Dios. Descubrid el interés y la actualidad del Evangelio. Orad. La oración, los sacramentos, son los medios seguros y eficaces para ser cristianos y vivir «arraigados y edificados en Cristo, afianzados en la fe» (Col 2,7). El Año de la fe que está para comenzar será una ocasión para descubrir el tesoro de la fe recibida en el bautismo. Podéis profundizar en su contenido estudiando el Catecismo, para que vuestra fe sea viva y vivida. Entonces os haréis testigos del amor de Cristo para los demás. En él, todos los hombres son nuestros hermanos. La fraternidad universal inaugurada por él en la cruz reviste de una luz resplandeciente y exigente la revolución del amor. «Amaos unos a otros como yo os he amado» (Jn13,35). En esto reside el testamento de Jesús y el signo del cristiano. Aquí está la verdadera revolución del amor”.

Benedicto XVI, Encuentro con los jóvenes en la explanada frente al Patriarcado maronita de Bkerké (15 de septiembre de 2012) (Vídeo)

Año de la fe

“Al promulgar el Año de la fe, que comenzará el próximo 11 de octubre, he querido que todo fiel se comprometa de forma renovada en este camino de conversión del corazón. A lo largo de todo este año, os animo vivamente, pues, a profundizar vuestra reflexión sobre la fe, para que sea más consciente, y para fortalecer vuestra adhesión a Jesucristo y su evangelio”.

Benedicto XVI, Santa Misa y entrega de la Exhortación Apostólica Postsinodal para Oriente Medio en el Beirut City Center Waterfront (16 de septiembre de 2012)(Vídeo)

Conversión

“Pero es posible no dejarse vencer por el mal y vencer el mal con el bien (cf. Rm 12,21). Estamos llamados a esta conversión del corazón. Sin ella, las tan deseadas “liberaciones” humanas defraudan, puesto que se mueven en el reducido espacio que concede la estrechez del espíritu humano, su dureza, sus intolerancias, sus favoritismos, sus deseos de revancha y sus pulsiones de muerte. Se necesita la transformación profunda del espíritu y el corazón para encontrar una verdadera clarividencia e imparcialidad, el sentido profundo de la justicia y el del bien común. Una mirada nueva y más libre hará que sea posible analizar y poner en cuestión los sistemas humanos que llevan a un callejón sin salida, con la finalidad de avanzar, teniendo en cuenta el pasado, con sus efectos devastadores, para no volver a repetirlo. Esta conversión que se requiere es exaltante, pues abre nuevas posibilidades, al despertar los innumerables recursos que anidan en el corazón de tantos hombres y mujeres deseosos de vivir en paz y dispuestos a comprometerse por ella. Pero es particularmente exigente: hay que decir no a la venganza, hay que reconocer las propias culpas, aceptar las disculpas sin exigirlas y, en fin, perdonar. Puesto que sólo el perdón ofrecido y recibido pone los fundamentos estables de la reconciliación y la paz para todos (cf. Rm 12,16b.18)”.

Benedicto XVI, Encuentro con los miembros del Gobierno, de las Instituciones de la República, el Cuerpo Diplomático, los responsables religiosos y los representantes del mundo de la cultura (Salón 25 de Mayo del Palacio presidencial de Baabda, 15 de septiembre de 2012)

Convivencia

“La buena convivencia, típicamente libanesa, debe demostrar, a todo Oriente Medio y al resto del mundo, que dentro de una nación puede haber colaboración entre las diferentes Iglesias, miembros todos de la única Iglesia católica, en un espíritu fraternal de comunión con los demás cristianos y, al mismo tiempo, la convivencia y el diálogo respetuoso entre los cristianos y sus hermanos de otras religiones. Sabéis tan bien como yo que este equilibrio, que se presenta por todas partes como un ejemplo, es extremadamente delicado. A veces amenaza con romperse cuando se tensa como un arco, o se somete a presiones que son con demasiada frecuencia partidistas, ciertamente interesadas, contrarias y extrañas a la armonía y dulzura libanesa. Es necesario entonces dar prueba de verdadera moderación y gran sabiduría. (…) Vengo también para decir lo importante que es la presencia de Dios en la vida de cada uno y cómo la forma de vivir juntos, esta convivencia que desea testimoniar vuestro país, será profunda en la medida en que esté fundada en una actitud de acogida y benevolencia hacia el otro, en la medida que esté enraizada en Dios, que desea que todos los hombres sean hermanos. El famoso equilibrio libanés, que quiere seguir siendo una realidad, se puede prolongar gracias a la buena voluntad y al empeño de todos los libaneses. Sólo entonces podrá servir de modelo para los habitantes de toda la región, y del mundo entero. No se trata únicamente de una obra humana, sino de un don de Dios que hay que pedir con insistencia, preservar a cualquier precio, y consolidar con determinación”.

Benedicto XVI, Ceremonia de bienvenida en el Aeropuerto internacional Rafik Hariri de Beirut (14 de septiembre de 2012)

Cruz: exaltarla es un acto de fe, esperanza y caridad

“La comunión y el testimonio cristiano, ¿acaso no se fundan en el Misterio pascual, en la crucifixión, en la muerte y resurrección de Cristo? ¿No alcanzan en él su pleno cumplimiento? Hay un vínculo inseparable entre la cruz y la resurrección, que un cristiano no puede olvidar. Sin este vínculo, exaltar la cruz significaría justificar el sufrimiento y la muerte, no viendo en ello más que un fin inevitable. Para un cristiano, exaltar la cruz quiere decir entrar en comunión con la totalidad del amor incondicional de Dios por el hombre. Es hacer un acto de fe. Exaltar la cruz, en la perspectiva de la resurrección, es desear vivir y manifestar la totalidad de este amor. Es hacer un acto de amor. Exaltar la cruz lleva a comprometerse a ser heraldos de la comunión fraterna y eclesial, fuente del verdadero testimonio cristiano. Es hacer un acto de esperanza”.

Benedicto XVI, Visita a la Basílica de San Pablo de Harissa y firma de la Exhortación Apostólica Postsinodal (14 de septiembre de 2012) (Vídeo)

Ecumenismo

“La Exhortación abre a un verdadero diálogo interreligioso basado en la fe en Dios Uno y Creador. Quiere también contribuir a un ecumenismo lleno de fervor humano, espiritual y caritativo, en la verdad y el amor evangélico, que extrae su fuerza del mandato del Resucitado: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos» (Mt 28,19-20)”.

Benedicto XVI, Visita a la Basílica de San Pablo de Harissa y firma de la Exhortación Apostólica Postsinodal (14 de septiembre de 2012) (Vídeo)

Educación

” La tarea de la educación es la de acompañar la maduración de la capacidad de tomar opciones libres y justas, que puedan ir a contracorriente de las opiniones dominantes, las modas, las ideologías políticas y religiosas. Éste es el precio de la implantación de una cultura de la paz”.

Benedicto XVI, Encuentro con los miembros del Gobierno, de las Instituciones de la República, el Cuerpo Diplomático, los responsables religiosos y los representantes del mundo de la cultura (Salón 25 de Mayo del Palacio presidencial de Baabda, 15 de septiembre de 2012)

Fraternidad

“Es hermoso trabajar con y para los demás. Vivir juntos momentos de amistad y alegría permite resistir a los gérmenes de división, que constantemente se han de combatir. La fraternidad es una anticipación del cielo. Y la vocación del discípulo de Cristo es ser «levadura» en la masa, como dice san Pablo: «Un poco de levadura hace fermentar toda la masa» (Ga 5,9)”.

Benedicto XVI, Encuentro con los jóvenes en la explanada frente al Patriarcado maronita de Bkerké (15 de septiembre de 2012) (Vídeo)

Fundamentalismo

“El fundamentalismo es siempre una falsificación de la religión y va contra el sentido de la religión, que, en cambio, invita a difundir la paz de Dios en el mundo. Por tanto, el compromiso de la Iglesia y de las religiones es aquel de cumplir una purificación de estas tentaciones, iluminar las conciencias y hacer de tal manera que cada uno tenga una imagen clara de Dios. Debemos respetarnos unos a los otros. Cada uno es imagen de Dios y debemos respetarnos recíprocamente. El mensaje fundamental de la religión debe estar contra la violencia, que es una falsificación como el fundamentalismo, debe ser la educación, la iluminación y la purificación de las conciencias, para favorecer el dialogo, la reconciliación y la paz”.

Benedicto XVI, Encuentro con los periodistas durante el vuelo hacia Líbano (14 de septiembre de 2012)

Guerra

“¿Qué podemos hacer contra la guerra? Naturalmente difundir siempre el mensaje de la paz, aclarar que la violencia no resuelve nunca un problema y reforzar las fuerzas de la paz. Es importante en este sentido el trabajo de los periodistas, que pueden ayudar mucho mostrando como la violencia destruye, no construye, no es útil para nadie. Es necesario rezar por Oriente Medio, por los cristianos y musulmanes mostrando la posibilidad de diálogo y de soluciones. Debe cesar la importación de armas: sin armas la guerra no podría continuar. En vez de importar las armas, que es un pecado grave, deberíamos importar las ideas, la paz, la creatividad, aceptar a los otros en la diversidad. Hacer visible el respeto de las religiones unas hacia las otras, el respeto del hombre como criatura de Dios, el amor del prójimo como elemento fundamental para todas las religiones. Es necesario promover todos los gestos posibles, también materiales, para favorecer el fin de la guerra y de la violencia, de modo que todos puedan reconstruir el país”.

Benedicto XVI, Encuentro con los periodistas durante el vuelo hacia Líbano (14 de septiembre de 2012)

Juventud

“La juventud es el momento en el que se aspira a grandes ideales, y el periodo en que se estudia para prepararse a una profesión y a un porvenir. Esto es importante y exige su tiempo. Buscad lo que es hermoso y gozad en hacer el bien. Dad testimonio de la grandeza y la dignidad de vuestro cuerpo, que es «para el Señor» (1 Co6,13b). Tened la delicadeza y la rectitud de los corazones puros. Como el beato Juan Pablo II, yo también os repito: «No tengáis miedo. Abrid las puertas de vuestro espíritu y vuestro corazón a Cristo». El encuentro con él «da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva» (Deus caritas est, 1). En él encontraréis la fuerza y el valor para avanzar en el camino de vuestra vida, superando así las dificultades y aflicciones. En él encontraréis la fuente de la alegría. Cristo os dice: سَلامي أُعطيكُم (Mi paz os doy). Aquí está la revolución que Cristo ha traído, la revolución del amor”.

Benedicto XVI, Encuentro con los jóvenes en la explanada frente al Patriarcado maronita de Bkerké (15 de septiembre de 2012) (Vídeo)

Libertad religiosa

“No olvidemos que la libertad religiosa es el derecho fundamental del que dependen muchos otros. Profesar y vivir libremente la propia religión, sin poner en peligro su vida y su libertad, ha de ser posible para cualquiera. La pérdida o el debilitamiento de esta libertad priva a la persona del derecho sagrado a una vida íntegra en el plano espiritual. La así llamada tolerancia no elimina las discriminaciones, sino que a veces incluso las reafirma. Y sin la apertura a lo trascendente, que permite encontrar respuestas a los interrogantes de su corazón sobre el sentido de la vida y la manera de vivir moralmente, el hombre se hace incapaz de actuar con justicia y de comprometerse por la paz. La libertad religiosa tiene una dimensión social y política indispensable para la paz. Ella promueve una coexistencia y una vida armoniosa a causa del compromiso común al servicio de causas nobles y de la búsqueda de la verdad que no se impone por la violencia sino por «la fuerza de la misma verdad» (Dignitatis humanae, 1), la Verdad que está en Dios”.

Benedicto XVI, Encuentro con los miembros del Gobierno, de las Instituciones de la República, el Cuerpo Diplomático, los responsables religiosos y los representantes del mundo de la cultura (Salón 25 de Mayo del Palacio presidencial de Baabda, 15 de septiembre de 2012)

Paz y dignidad humana

“La dignidad del hombre es inseparable del carácter sagrado de la vida que el Creador nos ha dado. En el designio de Dios, cada persona es única e irremplazable. Viene al mundo en una familia, que es su primer lugar de humanización y, sobre todo, la primera que educa a la paz. Para construir la paz, nuestra atención debe dirigirse a la familia para facilitar su cometido, y apoyarla, promoviendo de este modo por doquier una cultura de la vida. La eficacia del compromiso por la paz depende de la concepción que el mundo tenga de la vida humana. Si queremos la paz, defendamos la vida”.

Benedicto XVI, Encuentro con los miembros del Gobierno, de las Instituciones de la República, el Cuerpo Diplomático, los responsables religiosos y los representantes del mundo de la cultura (Salón 25 de Mayo del Palacio presidencial de Baabda, 15 de septiembre de 2012)

Perdón

“¿No es la paz ese bien precioso que toda la humanidad está buscando? Y, ¿no es un mundo de paz para nosotros y para los demás lo que deseamos en lo más profundo? سَلامي أُعطيكُم (Mi paz os doy), dice Jesús. Él no ha vencido el mal con otro mal, sino tomándolo sobre sí y aniquilándolo en la cruz mediante el amor vivido hasta el extremo. Descubrir de verdad el perdón y la misericordia de Dios, permite recomenzar siempre una nueva vida. No es fácil perdonar. Pero el perdón de Dios da la fuerza de la conversión y, a la vez, el gozo de perdonar. El perdón y la reconciliación son caminos de paz, y abren un futuro”.

Benedicto XVI, Encuentro con los jóvenes en la explanada frente al Patriarcado maronita de Bkerké (15 de septiembre de 2012) (Vídeo)

Primavera árabe

“De por sí, la primavera árabe es una cosa positiva: un deseo de mayor democracia, mayor libertad, mayor cooperación y de una renovada identidad árabe. Este grito de la libertad que viene de una juventud más formada cultural y profesionalmente, que desea una mayor participación en la vida política y social es un progreso, una cosa muy positiva y que esta bien acogida también por nosotros los cristianos. Naturalmente sabemos, pensando en la historia de las revoluciones, que el grito de libertad tan importante y positivo, corre el riesgo de olvidar un aspecto, una dimensión fundamental de la libertad, que es la tolerancia del otro, el hecho de que la libertad humana es siempre una libertad compartida, y que solo puede crecer en la solidaridad, en el vivir juntos con determinadas reglas. Esto es siempre un peligro, también en este caso. Tenemos que hacer todo lo posible para que el concepto de libertad, el deseo de libertad vaya en la justa libertad y no olvide la tolerancia, la reconciliación que son elementos fundamentales de la libertad. De esta manera también la Primavera Árabe, necesita una renovación de la historia milenaria. Los cristianos y los árabes han construido estas tierras y han de vivir juntos. Creo, que es importante ver los elementos positivos de estos movimientos y hacer todo lo posible para que la libertad sea concebida correctamente y responda a un mayor dialogo y no al dominio de unos contra otros”.

Benedicto XVI, Encuentro con los periodistas durante el vuelo hacia Líbano (14 de septiembre de 2012)

Redes sociales

“Las frustraciones que se presentan no os deben conducir a refugiaros en mundos paralelos como, entre otros, el de las drogas de cualquier tipo, o el de la tristeza de la pornografía. En cuanto a las redes sociales, son interesantes, pero pueden llevar fácilmente a una dependencia y a la confusión entre lo real y lo virtual. Buscad y vivid relaciones ricas de amistad verdadera y noble. Adoptad iniciativas que den sentido y raíces a vuestra existencia, luchando contra la superficialidad y el consumo fácil. También os acecha otra tentación, la del dinero, ese ídolo tirano que ciega hasta el punto de sofocar a la persona y su corazón. Los ejemplos que os rodean no siempre son los mejores. Muchos olvidan la afirmación de Cristo, cuando dice que no se puede servir a Dios y al dinero (cf. Lc 16,13). Buscad buenos maestros, maestros espirituales, que sepan indicaros la senda de la madurez, dejando lo ilusorio, lo llamativo y la mentira”.

Benedicto XVI, Encuentro con los jóvenes en la explanada frente al Patriarcado maronita de Bkerké (15 de septiembre de 2012) (Vídeo)

Servicio

“Servir es una exigencia imperativa para la Iglesia y, para los cristianos, el ser verdaderos servidores, a imagen de Jesús. El servicio es un elemento fundacional de la identidad de los discípulos de Cristo (cf. Jn 13,15-17). La vocación de la Iglesia y del cristiano es servir, como el Señor mismo lo ha hecho, gratuitamente y a todos, sin distinción. Por tanto, en un mundo donde la violencia no cesa de extender su rastro de muerte y destrucción, servir a la justicia y la paz es una urgencia, para comprometerse en aras de una sociedad fraterna, para fomentar la comunión”.

Benedicto XVI, Santa Misa y entrega de la Exhortación Apostólica Postsinodal para Oriente Medio en el Beirut City Center Waterfront (16 de septiembre de 2012)(Vídeo)

Siria

“¿Por qué tanto horror? ¿Por qué tanta muerte? Apelo a la comunidad internacional. Apelo a los países árabes de modo que como hermanos, propongan soluciones viables que respeten la dignidad de toda persona humana, sus derechos y su religión. Quien quiere construir la paz debe dejar de ver en el otro un mal que debe eliminar. No es fácil ver en el otro una persona que se debe respetar y amar, y sin embargo es necesario, si se quiere construir la paz, si se quiere la fraternidad (cf. 1 Jn 2,10-11; 1 P 3,8-12). Que Dios conceda a vuestro país, a Siria y a Oriente Medio el don de la paz de los corazones, el silencio de las armas y el cese de toda violencia. Que los hombres entiendan que  todos son hermanos”.

Benedicto XVI Rezo del Ángelus Domini (16 de septiembre de 2012)(Vídeo)

Solidaridad

“Ciertas ideologías, cuestionando directa o indirectamente, e incluso legalmente, el valor inalienable de toda persona y el fundamento natural de la familia, socavan las bases de la sociedad. Debemos ser conscientes de estos ataques contra la construcción y la armonía del vivir juntos. Sólo una solidaridad efectiva constituye el antídoto a todo esto. Solidaridad para rechazar lo que impide el respeto de todo ser humano, solidaridad para apoyar las políticas y las iniciativas que actúan para unir los pueblos de modo honesto y justo”.

Benedicto XVI, Encuentro con los miembros del Gobierno, de las Instituciones de la República, el Cuerpo Diplomático, los responsables religiosos y los representantes del mundo de la cultura (Salón 25 de Mayo del Palacio presidencial de Baabda, 15 de septiembre de 2012)

Sufrimiento y amor

“Ahora es precisamente cuando hay que celebrar la victoria del amor sobre el odio, del perdón sobre la venganza, del servicio sobre el dominio, de la humildad sobre el orgullo, de la unidad sobre la división. A la luz de la fiesta de hoy, y con vistas a una aplicación fructífera de la Exhortación, os invito a todos a no tener miedo, a permanecer en la verdad y a cultivar la pureza de la fe. Ese es el lenguaje de la cruz gloriosa. Esa es la locura de la cruz: la de saber convertir nuestro sufrimiento en grito de amor a Dios y de misericordia para con el prójimo; la de saber transformar también unos seres que se ven combatidos y heridos en su fe y su identidad, en vasos de arcilla dispuestos para ser colmados por la abundancia de los dones divinos, más preciosos que el oro (cf.2 Co 4,7-18). No se trata de un lenguaje puramente alegórico, sino de un llamamiento urgente a llevar a cabo actos concretos que configuren cada vez más con Cristo, unos actos que ayuden a las diferentes Iglesias a reflejar la belleza de la primera comunidad de creyentes (cf. Hch 2,41-47;segunda parte de la Exhortación); unos actos similares a los del emperador Constantino, que supo dar testimonio y sacar a los cristianos de la discriminación para permitirles vivir abierta y libremente su fe en Cristo crucificado, muerto y resucitado para nuestra salvación”.

Benedicto XVI, Visita a la Basílica de San Pablo de Harissa y firma de la Exhortación Apostólica Postsinodal (14 de septiembre de 2012) (Vídeo)

B16 en México y Cuba (23-29/3/12): todos los textos

  • Datos sobre la Iglesia en México
  1. Fieles: 99.635.000 (91,89%)
  2. Obispados: 163
  3. Sacerdotes: 16.234
  4. Religiosos y religiosas: 30.023
  5. Centros educativos: 8.991
  6. Estudiantes: 1.856.735
  7. Centros asistenciales: 5.082
  • Datos sobre la Iglesia en Cuba
  1. Fieles: 6.766.000 (60,19%)
  2. Obispados: 11
  3. Sacerdotes: 361
  4. Religiosos y religiosas: 656
  5. Centros educativos: 12
  6. Estudiantes: 1.113
  7. Centros asistenciales: 17
  • Datos sobre el viaje
  1. Viaje n. 23 de Benedicto XVI
  2. Visitas anteriores a América: Brasil (2007) y Estados Unidos (2008)
  3. Programa
  4. Misal para el Viaje Apostólico: México – Cuba
  5. Intervenciones previstas

  • Encuentro de Benedicto XVI con los periodistas durante el vuelo hacia México (23 de marzo de 2012)
    [Alemán, Español, Francés, Inglés, ItalianoPolacoPortugués]

Dos plagas, tres retos y una alternativa: la crisis mundial vista por Benedicto XVI

Benedicto XVI, este anciano que reunirá en Madrid a más jóvenes que todas las estrellas del pop del momento hayan podido nunca aglutinar, dijo hace unos años que dos verdaderas plagas de nuestro tiempo son el materialismo económico y el relativismo ético.

Tachar de plaga la tendencia a tener-tener-tener que ha impulsado el consumo en las economías avanzadas durante los últimos decenios podría sonar, sobretodo en oídos de gentes con bolsillos llenos, a exageración y tremendismo. Pero las inquietantes imágenes de bandas de jóvenes asaltando comercios, atracando a heridos y robando televisores de plasma en el Reino Unido, mientras otros ciudadanos combaten el desorden escoba en ristre, parecen hacer buena la comparación.

Aun así, reducir las causas de tales disturbios a estas dos plagas resulta insuficiente. Quizás sea más completo el diagnóstico que el mismo Papa Ratzinger hizo el pasado mes de mayo, cuando enumeraba los tres retos a los que se enfrenta la fe cristiana, y con ella el mundo: “la búsqueda a menudo exasperada del bienestar económico, en una fase de grave crisis económica y financiera, el materialismo práctico y el subjetivismo dominante”. Es decir: el bienestar buscado obsesivamente para colmar los anhelos de felicidad; una vida cotidiana que prescinde de toda dimensión trascendente, y el desinterés por la verdad. Estas tres tendencias son tanto más fuertes como ampliamente aceptadas de modo muchas veces irreflexivo.

De acuerdo con tal diagnóstico, la crisis económica y financiera no sería tan grave sin las consecuencias perniciosas y salvajes de la previa exasperación consumista y del despiadado afán de lucro de muchas personas en muchos puntos de la economía planetaria. ¿Cómo salir de este estado de gran irritación, que eso significa precisamente estar exasperado? Hasta ahora, bastaba con consumir de nuevo. Pero cuando no hay dinero que gastar ni se presta tan fácilmente, la solución se complica.

El Papa sostiene que al hombre “no es posible curarlo sólo desde fuera, creando condiciones económicas favorables”; más bien, precisa buscar un fundamento alternativo al de los bienes materiales. Y él propone la fe: “la fe otorga a la vida una base nueva, un nuevo fundamento sobre el que el hombre puede apoyarse, de tal manera que precisamente el fundamento habitual, la confianza en la renta material, queda relativizado”.

Esta propuesta de unas bases nuevas para la propia vida está en el núcleo mismo de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid. En su mensaje a todos los participantes, Benedicto XVI sugiere: “construid vuestra casa sobre roca, como el hombre que “cavó y ahondó”. Intentad también vosotros acoger cada día la Palabra de Cristo. Escuchadle como al verdadero Amigo con quien compartir el camino de vuestra vida. Con Él a vuestro lado seréis capaces de afrontar con valentía y esperanza las dificultades, los problemas, también las desilusiones y los fracasos. Continuamente se os presentarán propuestas más fáciles, pero vosotros mismos os daréis cuenta de que se revelan como engañosas, no dan serenidad ni alegría”. Parecerá fuera de lugar, incomprensible, oscuro o hasta retrógrado, pero este mensaje de Benedicto XVI ha sido leído centenares de miles de veces durante los últimos meses por centenares de miles de jóvenes, que se acercan a la capital castellana desde todos los rincones del planeta.

En el fondo, es una muestra más de la convicción que comparten el Papa y estos jóvenes de que “las soluciones a los problemas actuales de la humanidad no pueden ser sólo técnicas, sino que deben tener en cuenta todas las exigencias de la persona, que está dotada de alma y cuerpo, y así deben tener en cuenta al Creador, a Dios”.

¿Plantean los alborotadores británicos, los indignados castellanos, los apurados mandatarios occidentales, una alternativa tan radicalmente clara y tan desacomplejada al modelo en crisis actual?

La JMJ es una oportunidad más para conocer de primera mano esta alternativa que lleva proponiendo Benedicto XVI, ante el desconcierto posmoderno y el totalitarismo de la indiferencia.

Benedicto XVI: un Papa que recuerda lo obvio a sus contemporáneos distraídos

Fuente: http://www.laiglesiaenlaprensa.com/2011/04/benedicto-xvi-84-a%C3%B1os-6-de-pontificado-y-una-agenda-repleta-.html

Autor: Diego Contreras

Benedicto XVI continua siendo un desconocido para numerosas personas, todavía prisioneras de los muchos clichés que se han construido sobre Joseph Ratzinger. El Papa acaba de cumplir 84 años y el 19 de abril su pontificado llega al sexto aniversario. Y lo hace con una agenda repleta para los próximos meses. Como son fechas que invitan al balance, aunque sea provisional, pienso que se pueda decir que la acción del Papa, sin proponérselo, niega los lugares comunes más difundidos sobre su persona.

No pretendo ser exhaustivo sobre esos estereotipos, simplemente ofrezco algunos, seguidos de un breve comentario:

  • Un Papa rígido, autoritario, retrógrado -la última muestra de colegialidad será la reunión que se tendrá en la Congregación para los obispos sobre el nombramiento del arzobispo de Milán, un tipo de iniciativa de la que no se tiene memoria.
  • Un Papa encerrado -ha realizado 18 viajes internacionales y 28 en Italia. Y otros cuatro internacionales en proyecto para antes de que acabe 2011.
  • Un Papa poco amigo de la comunicación -ha publicado un libro-entrevista, que se suma a los tres que ya hizo cuando era cardenal; dentro de unos días, será entrevistado en televisión; muchas de sus intervenciones –a veces, las mejores- son “sin papeles”.
  • Un Papa “intelectual”, lejano de los problemas del mundo – su diagnóstico de la situación actual (redescubrir que no todo es lo mismo, que la verdad existe; recuperar la dimensión ética de las decisiones para evitar la dictadura de la técnica…) tienen una fuerte dimensión práctica.
  • Un Papa con poco enganche con la juventud –lo veremos este verano en Madrid durante su tercera Jornada Mundial de la Juventud, después de las de Colonia y Sidney.

Es una pena que algunos todavía tengan las anteojeras puestas cuando se trata de hablar del Papa, pues estoy convencido de que es un privilegio poder seguir un pontificado como el de Benedicto XVI. Sus enseñanzas no son solo una riqueza para la Iglesia sino para toda una humanidad desorientada, como la actual. El Papa recuerda con frecuencia lo que parece obvio. Pero como afirmaba alguien, la labor de los grandes hombres es recordar lo obvio a sus contemporáneos distraídos con menudencias.

B16: ANGELUS: LLAMAMIENTO POR LA SEGURIDAD DE LA POBLACION EN LIBIA Y EL NORTE DE AFRICA

Fuente: http://visnews-es.blogspot.com/2011/03/angelus-llamamiento-por-la-seguridad-de.html

CIUDAD DEL VATICANO, 20 MAR 2011 (VIS).-Al regreso de su visita pastoral a la parroquia romana de San Corbiniano, el Papa se asomó a mediodía a la ventana de su estudio para rezar el Ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

El Santo Padre recordó que el segundo domingo de Cuaresma es el de la Transfiguración, cuando Cristo después de haber anunciado a sus discípulos la Pasión lleva consigo al monte a Pedro, Santiago y Juan y como narra el apóstol Mateo: “Se transfiguró ante ellos de modo que su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestidos blancos como la luz”.

“Para los sentidos la luz del sol es la más intensa de la naturaleza -dijo el Santo Padre-, pero para el espíritu, los discípulos vieron durante unos instantes, un resplandor todavía más intenso, el de la gloria divina de Jesús que ilumina toda la historia de la salvación. (…) La Transfiguración no es un cambio de Jesús, sino la revelación de su divinidad. (…) Pedro, Santiago y Juan, contemplando la divinidad del Señor, se preparan a hacer frente al escándalo de la cruz”.

“Participemos también nosotros en esta visión y en este don sobrenatural, dando espacio a la oración y a la escucha de la Palabra de Dios”, concluyó el pontífice. “Además, en este tiempo de Cuaresma, exhorto, como escribe el Siervo de Dios Pablo VI, a responder al precepto divino de la penitencia con algún acto voluntario que vaya más allá de las renuncias impuestas por el peso de la vida cotidiana”.

Después de rezar el Ángelus Benedicto XVI volvió a hablar de las “preocupantes noticias que en los días pasados llegaban de Libia” y habían suscitado en su persona “inquietud y temor”. “Recé en particular por ello al Señor durante la semana de ejercicios espirituales”, agregó.

“Sigo ahora los últimos acontecimientos con gran aprensión -afirmó-, rezo por los que están involucrados en la dramática situación del país y dirijo un acuciante llamamiento a cuantos tienen responsabilidades políticas y militares, para que se preocupen, ante todo de la incolumidad y la seguridad de los ciudadanos y garanticen el acceso a las ayudas humanitarias. Aseguro a la población mi emocionada cercanía, mientras pido a Dios que surja lo antes posible un horizonte de paz y concordia en Libia y en toda la región norteafricana”.
ANG/ VIS 20110321 (410)

B16 asegura la cercanía con Japón

Tras el terremoto y el tsunami que han asolado Japón, Benedicto XVI ha asegurado a los japoneses su “cercanía en este tiempo difícil”, en un telegrama enviado al arzobispo Leo Jun Ikenaga, SI, presidente de la Conferencia de Obispos del Japón, a través del secretario de estado cardenal Tarcisio Bertone.

Principales anteriores referencias a Japón y a los japoneses en los discursos de Benedicto XVI:

 

2011

9 de marzo: referencia en la audiencia general

13 de marzo: referencia final en el Ángelus

 

2010

3 de febrero: referencia final en la audiencia general, con ocasión de la fiesta de san Pablo Miki y compañeros japoneses

3 de marzo: referencia en la audiencia general

7 de abril: referencia final en la audiencia general

10 de junio: responde a la pregunta de un sacerdote japonés

25 de agosto: referencia final en la audiencia general

1 de septiembre: referencia en la audiencia general

3 de noviembre: referencia en la audiencia general

27 de noviembre: Discurso al señor Hidekazu Yamaguchi, nuevo embajador de Japón ante la Santa Sede

14 de diciembre: reunión con obispos japoneses

 

2009

8 de enero: referencia a la beatificación de 188 mártires en Japón, en un discurso a los miembros del cuerpo diplomático

1 de julio: referencia en audiencia general

7 de julio: recepción al primer ministro de Japón

12 de agosto: referencia final en la audiencia general, con ocasión de un tifón

 

2008

23 de noviembre: referencia final en el Ángelus

 

2007

23 de junio: carta al venerable Kahjun Handa

15 de diciembre: Discurso a la Conferencia Episcopal de Japón en visita ad limina

 

2006

13 de noviembre: Discurso al señor Kagefumi Ueno, nuevo embajador de Japón ante la Santa Sede